La moral alta es la base de una cultura empresarial de éxito, la cual puede ser el resultado de una serie de factores. Incluyendo la participación del equipo, la contribución individual, una fuerte adhesión a un código de ética y la creación de programas de incentivos que permita aumentar el rendimiento y alcanzar colectivamente los objetivos de la empresa.

Los programas de incentivos pueden ayudar a persuadir el rendimiento, fomentar la unidad del equipo, y la competencia amistosa dentro de la fuerza laboral. No siempre es tan obvio para conocer los medios más eficaces para motivar a su fuerza de trabajo. Diseñar un plan de incentivos para empleados es algo que puede tener resultados muy positivos en todos los aspectos, tanto en la moral de cada uno de los trabajadores, como en las ganancias mismas que pueda tener la empresa como tal. Este tipo de planes se crean pensando en motivar más al empleado, invitándolo entonces a hacer las cosas de mejor manera y aumentando su productividad.

programas de incentivos para empleados

En su mayor parte todo el mundo quiere ser reconocido y apreciado por un trabajo bien hecho, sin embargo, es también digno de mención que no todo el mundo quiere el mismo tipo de reconocimiento. Según Littauer (2006), la personalidad de la persona determina cómo van a responder al reconocimiento y lo que les motiva más.

Tal vez una de las formas más eficaces para explicar cómo diseñar un programa de incentivos para empleados que sea eficaz sería poner de relieve algunas de las razones por las que los programas de este tipo fallan.

Posibles fallos en los programas de incentivos para empleados

  • El pago por desempeño no puede sustituir a una buena gestión. La falta de objetivos claros, la selección de empleados con formación inadecuada y una fuerza laboral hostil (o gestión), son algunos de los factores que impiden el buen rendimiento.
  • El dinero no siempre es un motivador. Los empleadores no sólo deben proporcionar suficientes beneficios económicos, sino también ofrecer oportunidades que puedan conducir al progreso personal de cada uno de sus empleados.
  • Las recompensas pueden socavar la capacidad de respuesta. Cuando el enfoque empleado es alcanzar una meta específica, como la reducción de costes, los cambios o las distracciones hacen más difícil el logro de la meta para ese empleado.

Una liderazgo carente de una gestión adecuada provoca resentimiento, y en el actual entorno económico esto puede pasar más que nunca. Por lo tanto, trabajar en un entorno sin límites predeterminados y objetivos específicos fomenta los malos resultados, y el aumento de la insensibilidad a las metas de la organización. Todos los programas de incentivos para empleados deben luchar no solamente por buscar ganancias monetarias para los trabajadores, sino que su principal objetivo debe ser encontrar un gran beneficio para todos.

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